Para Lorenzo, el protagonista de esta historia, no existe algo parecido a un hogar. En ello radica su drama pero también la motivación para abandonar una Lima hostil y embarcarse en interminables viajes a través del Perú, Latinoamérica y Europa. Con esta novela diáfana y dinámica, Renzo Mejía Wall se inscribe en la nueva generación de autores latinoamericanos que vienen escribiendo desde y sobre el exilio, con un pie en el país de origen y el otro fuera. A veces con un tono despreocupado que nos recuerda las correrías románticas de los personajes de Bryce Echenique, otras emanando un pesimismo negro y un desencanto absoluto que lo acercan al universo de Houellebecq; el protagonista de Hábitat es un hombre acostumbrado al buen vivir, pero no tiene dinero en los bolsillos, es enamoradizo y al mismo tiempo egoísta e hipocondríaco. Nuestro personaje busca desesperadamente un lugar en el mundo, se envuelve constantemente en relaciones amorosas con las que intenta comenzar una vida lejos de sus orígenes y de su traumático pasado familiar. Es en medio de esa búsqueda cuando se detendrá por un instante para narrarnos su historia desde un pequeño pueblo italiano. Con un estilo directo, en ocasiones minimalista, y sin dejar espacios para divagaciones, Renzo Mejía Wall nos entrega así una primera novela ágil, sugerente y compacta.