La explosión de inventos en los años de la década de 1960 llevó al ser humano a crear cosas muy útiles pero también muy absurdas. Era el momento en que la tecnología, la innovación y el futuro estaban en plena explosión y vivían uno de sus mejores momentos. En Estados Unidos es la época de los "muscle cars", autos poderosos con motores enormes y aspecto desafiante que consumen combustible sin reparos. La situación cambia cuando la gasolina empieza a ser más cara, es el momento de los compactos europeos que tienen buena acogida en el mercado americano. Sin perder tiempo, los fabricantes estadounidenses introducen también su propia gama de compactos. El automóvil se populariza. La competición automovilística está ya totalmente regulada, los pilotos ya no son esos "locos al volante de máquinas infernales", son profesionales que como tales exigen a las organizaciones seguridad en las carreras. A pesar de ello, la velocidad conlleva un riesgo y son muchas las vidas que quedan en los circuitos.