La historia del automóvil, uno de los inventos más característicos del siglo XX, empieza con los vehículos autopropulsados por vapor del siglo XVIII, seguida de las innovaciones tecnológicas aparecidas en el siglo XIX que propiciaron el nacimiento de un automóvil funcional y la revolución de la industria automotriz. Desde el primer vehículo de vapor creado en 1769 por Nicolás Cugnot, demasiado pesado, ruidoso y temible, hasta el nacimiento del ya considerado automóvil moderno Mercedes y la cadena de montaje de Ford, el siglo XIX fue una época muy prolífica en la que los grandes sistemas de propulsión: vapor, electricidad y gasolina, se desarrollaron paralelamente hasta que el petróleo se impuso totalmente. Aún faltarán algunos años para que el automóvil se popularice. Entonces sólo está al alcance de unos pocos aristócratas apasionados por la novedad o de deportistas amantes del riesgo y la velocidad, aunque también hay médicos e industriales a los que el automóvil divierte y facilita sus actividades.