España 1980 en una ciudad de provincias cualquiera. Francisco Munera es un oficinista gris que vive con su madre, una recalcitrante mujer que pasa los días postrada en la cama y que, por miedo a que su hijo "se signifique y acabe como su padre", se dedica a darle todo tipo de consejos que empequeñecen su ya de por sí anodina existencia. En Paquito, sin embargo, nace súbitamente una ambición: publicar en la sección "Cartas al director" del diario provincial, que siempre leía su padre. Y este anhelo pueril, unido a una serie de sorprendentes coincidencias, le llevará a descubrir la existencia insospechada de unas gentes ancladas en el pasado: una achacosa partida del maquis que, pese a los años transcurridos y al manto de olvido caído sobre sus fusiles, continúa aferrada a unos ideales y a unos cuantos palmos de selva mediterránea. Sus integrantes ni siquiera recuerdan cuánto tiempo llevan emboscados, aunque siguen recordando muy bien por qué.

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