Cuando un corazón se deja secar por mucho tiempo es más difícil que florezca. La Ciudad Marchita nos habla de esa aridez que podemos provocar en nuestro interior si permitimos cerrarle la puerta a los demás, a sus expresiones, a sus sentimientos. Y Eral, el enorme y solitario dragón que protagoniza esta historia, aprenderá una lección al respecto de la vida, las oportunidades y el valor de las personas. ¿Están listos para asomarse a La Ciudad Marchita y conocer el destino final de Eral?