Este libro es una obra que forma parte de una serie que analiza la génesis y el desarrollo de diversas materias del derecho administrativo en el sector público ampliado, que incluye a los tres Poderes de la Unión y otras entidades públicas como lo son los órganos constitucionales autónomos. En esta obra participan servidores públicos, investigadores y académicos especialistas en la mejora regulatoria en el Estado mexicano que comparten con el lector su experiencia profesional y conocimientos acumulados durante años. El resultado es una conveniente diversidad de enfoques de la materia y una gran riqueza de contenido originada por la mezcla entre la teoría y la praxis, que llena un vacío en la literatura especializada existente. La lectura de la obra permite adentrarse en la justificación, evolución, alcance e importancia de la mejora administrativa como una estrategia en el Estado constitucional de derecho, que ha sido adoptada por las entidades públicas mexicanas, para conciliar el ejercicio de la autoridad en materia económica con el impulso de la creatividad que genera la productividad y competitividad en el mercado. La mejora regulatoria ha asumido la naturaleza de un poderoso mantra de la gobernanza en el Siglo XXI y en la obra se explican las razones de su fuerza en una sociedad compleja y globalizada con un sector público ampliado significativamente y, paradójicamente, retraído en la intervención directa de la producción de bienes y servicios públicos. Los autores destacan que la mejora regulatoria es un instrumento consustancial a las modificaciones estructurales que emprendieron distintos gobiernos en aras de liberalizar sus aparatos productivos, a través de la privatización de las empresas estatales, una apertura comercial que abriera los mercados internos a la competencia y una disminución neta del marco normativo. El lector tiene en sus manos una obra que revisa la mejora regulatoria desde el exceso normativo hasta las lagunas de la regulación y la necesaria eliminación de los trámites burocráticos y, sobre todo, plantea interrogantes para la comprensión de la necesidad de impulsar un orden jurídico más flexible que reconozca la pluralidad de centros creadores del derecho en un mundo abierto e integrado económicamente.