En La noche viene sin ti Julio Prado pone al servicio de la literatura su testimonio, mientras intenta rescatar la humanidad de los niños y niñas que fueron vendidos y que ahora, ya adultos, en algún momento se preguntarán quiénes son, quiénes fueron sus padres y por qué terminaron en adopción.

Gonzalo Ríos es un joven fiscal que acaba de ser trasladado a la Unidad de la niñez y adolescencia. Recibe hileras de expedientes con testimonios espeluznantes que debe priorizar y resolver enmedio de una maraña burocrática que no responde a la necesidad de la víctima. Por si fuera poco, lo designan para investigar casos de adopciones ilegales y deberá enfrentarse, a contracorriente, a redes perfectamente estructuradas y en connivencia conel sistema judicial al más alto nivel. La reciente paternidad del fiscal enciende una fuerte empatía con las víctimas y un deseo de resguardar su vida privada pero, lejos de protegerla, se desmoronará ante la imposibilidad de vivir dos realidades tan dispares.

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