En el presente libro planteamos el panorama al que se enfrentan dos Derechos Humanos reconocidos en nuestra Constitución: El derecho a la salud que tiene toda persona y el derecho al trabajo que tienen los profesionales de la salud. El médico diariamente toma decisiones trascendentales que por su naturaleza son sumamente delicadas al involucrar la salud y la vida de un paciente, actúa mediante la aplicación de sus conocimientos generando el diagnóstico y decidiendo el tratamiento que considera mejor y más adecuado a cada caso concreto, lamentablemente en muchas ocasiones surgen complicaciones, esto puede ser dada la complejidad del funcionamiento del cuerpo humano, por el propio estado físico o clínico del paciente, por la carencia de recursos en el Sistema de Salud o porque el actuar del médico o sus auxiliares no se apegó a las normas establecidas, incurriendo en este último caso en una actuación negligente que trae como consecuencia daños a la salud de un paciente. Analizamos la inseguridad jurídica existente en la legislación penal, la necesidad de una tipificación clara y precisa de bajo qué circunstancias los actos llevados a cabo en el ejercicio profesional de la medicina se consideran delito; así como el apremio de normatividad para la integración de la carpeta de investigación que otorguen la certeza jurídica tanto a los pacientes como a los médicos, con parámetros claros y eficientes que no dejen lugar a duda y eviten la vulneración de alguno de los dos derechos.