Una tarde de diciembre, a la luz del ocaso, un escritor, sentado a su mesa de trabajo, decidir dar un paseo por el mundo, deambular por patios, plazas y callesjuelas, perderse por arrabales y volver a su casa al abrigo de la oscuridad. Al merodear y vagar por las calles, queda impresa en la realidad una huella doble: la de la mirada proyectada hacia el exterior y la de la duda que contempla lo que pueda tener dentro de sí. Todo será percibido como por vez primera, como si cerrara los ojos la realidad aparecida en su forma más pura y esencial. Con esta novela, Peter Handke afianzó, como en ningún otro lugar, su personal indagación en torno a las relaciones del ser humano obtendremos y con todo lo que rodea.