Nuestro tiempo está marcado por la ciencia: sabemos la edad del Universo y las complejidades de la evolución de la vida, exploramos los mecanismos genéticos, experimentamos la velocidad de las comunicaciones, vivimos inmersos en la aceleración del tiempo social. Nosotros mismos centenares de ritmos biológicos somos tiempo. Pero no somos conscientes de hasta qué punto nos envuelven las sutilezas del tiempo: el sistema GPS es posible gracias al conocimiento einsteiniano de la doble relatividad; el Universo contiene materia gracias a una ruptura de simetría temporal que evitó la aniquilación mutua de materia y antimateria; podemos convertir células normales en células madre capaces de dar lugar a un nuevo organismo, que es como navegar hacia atrás en el tiempo. Por eso este libro, que discurre por las fronteras científicas entre el tiempo y la memoria tiene, sobre todo, propósito de síntesis, de perspectiva, de invitación a sorprenderse y a pensar.