Las audiencias penales en el proceso penal acusatorio

LEMBO ROSALES, FRANCISCO A.
Las audiencias penales en el proceso penal acusatorio
Compartir:

Las audiencias penales en el proceso penal acusatorio

LEMBO ROSALES, FRANCISCO A.

Desde la implantación del sistema de justicia oral penal, introducido a nuestro país con la reforma constitucional de 2008, se han escrito múltiples obras que abordan varios aspectos del mismo desde todas las perspectivas posibles; todas las obras son muy buenas e inmejorables, son de una nueva camada de innovadores autores y escritores que están construyendo la doctrina nacional del nuevo sistema. Dentro de los cursos que como instructor certificado he impartido a lo largo de todo el país, he capacitado a magistrados, jueces, Ministerios Públicos, defensores públicos y litigantes particulares. En estos cursos he advertido la necesidad de que después de que se comprenden los principios básicos y funcionamiento del sistema es menester, también, que se les proporcione herramientas que actúen casi de manera matemática sobre cada una de las diversas audiencias en el sistema. Éstas deben ser las audiencias previas, las concomitantes o las posteriores al proceso acusatorio a fin de que las adviertan y las identifiquen todas en conjunto con los requisitos del CNPP para que prosperen sus pretensiones, en un afán de que las anticipen y las desglosen debidamente sin tener que invertir largas horas en la investigación y/o preparación de las mismas, así como de sus diversas vertientes o posibilidades legales resultantes de un estudio meticuloso del nuevo Código Adjetivo Penal único, dando cumplimiento con ello a los deberes de fundamentación y motivación a los que todo sujeto del proceso está obligado en su argumentación. La mayor falla en la que incurre un sujeto del proceso en una primera etapa de la práctica del nuevo sistema, radica en que se confían mucho a la “memoria” los aspectos torales de una audiencia y se descuida el dar cumplimento completo y preciso de los puntos fácticos o jurídicos que la ley les precisa tanto a la defensa como al fiscal, al acusador coadyuvante e incluso al propio juez.

Detalles

Otros libros del autor

Artículos relacionados