La violencia y el proceso de deshumanización en México han llegado a cifras impactantes. Las personas suelen encontrarse desprovistas de remedios inmediatos frente a la angustia y el sufrimiento que produce la violación de sus derechos humanos. ¿Qué se puede hacer en esos casos? ¿Hay alguna protección que se pueda activar por los juristas en favor de las personas? El artículo 22 de la Constitución mexicana prohíbe las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualquier otra pena inusitada o trascendental. El juicio de amparo es el mecanismo por excelencia para la protección de los derechos de las personas frente a ese tipo de prohibiciones. Sin embargo, el carácter altamente técnico del juicio de amparo provoca muchas veces que sea complejo su desarrollo y, con ello se frustre la defensa de los derechos al impedir que se obtengan reparaciones en ese tipo de casos. Este libro ofrece una ruta teórica y práctica para hacer frente a las graves violaciones de derechos, como sucede en materia de desaparición forzada, con el objeto de facilitar el acceso a la justicia en aquellos episodios dolorosos y urgentes que atraviesa la sociedad mexicana en la penosa espiral de violencia que hoy se vive.