La autora introduce el término positivo en psicoanálisis. Se propone otorgarle categoría de concepto y mostrar sus consecuencias en la clínica y en la teoría de la técnica. Lo positivo se dirige al estudio y la consolidación de una praxis que no descuida los aspectos vitales, aun en medio del fragor de la enfermedad mental. El énfasis asociativo e interpretativo sobre los conflictos y traumas del paciente se torna patógeno cuando se ejerce en exceso. La exploración de los aspectos saludables del paciente es tan importante que, de dejarla de lado, se corre el riesgo de profundizar las huellas mnémicas sufrientes y de provocar facilitaciones negativas. Luego de fundamentar teóricamente las hipótesis planteadas, el libro se adentra en el psicoanálisis de la salud, que es propuesto como objeto de investigación. La construcción de la salud y la desdramatización son consideradas a la luz del trabajo de lo positivo. El accionar transformador tiende a evitar la retraumatización. Cierran el libro consideraciones acerca de la ética y la positividad, y un ensayo sobre la alegría. El arte de curar se hace presente en este texto que espera interesar al público con su aporte novedoso en el campo del psicoanálisis.