No todas las decisiones son fáciles, menos si son resultado de la culpa y el dolor. Para Sara nada volvió a ser lo mismo desde la muerte de su madre. Y como si aquello no bastara, tuvo que mudarse a una nueva ciudad, incluso a otro país. Sara ansía escapar de todo aquello que le aflige, y cuando menos se lo espera, aparecen en su nueva escuela tres alumnos desconcertantes. Uno de ellos, Luca, le genera emociones inesperadas y contradictorias, y aunque lo eviten, ambos avanzarán hacia lo desconocido..., sin imaginar que no existe marcha atrás.

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