En la actualidad, el incremento en la incidencia de los tumores cutáneos es considerado una preocupación sanitaria y social de primer orden. Como respuesta a esta problemática, se ha propiciado el desarrollo técnico exponencial en las herramientas de diagnóstico precoz y en la cirugía dermatológica. Sin embargo, pese a los avances en la técnica quirúrgica existe todavía una escasa evidencia sobre el manejo óptimo de estos pacientes en el ámbito perioperatorio. Dada su frecuente comorbilidad y edad avanzada suelen requerir de la intervención de distintos profesionales sanitarios, los cuales pueden llegar a enfrentarse a situaciones de incertidumbre o conflicto por la escasez de protocolos adaptados.