Hecho a mano es, ante todo, la oportunidad de recorrer el extenso territorio mexicano, de asomarse a su historia, de identificarse con su gente, de conocer la riqueza de sus tradiciones, su arte, su cultura, pero, sobre todo, de admirar la manera como sus hombres y mujeres transforman el entorno con sus propias manos, engalanan sus atuendos para vestirse de fiesta, llenan de texturas, colores y formas sus utensilios cotidianos, enriquecen con aromas y sabores la mesa de todos los días y convierten en filigrana las piedras que protegen la morada de sus ancestros. Un recorrido por el centro geográfico de México que parte de las extensas llanuras del altiplano, bordea las serranías que envuelven la cuenca del Valle de México, se extiende sin fronteras hasta los confines de las huastecas y recala en las costas del Pacífico, de Nayarit a Michoacán, pasando por Jalisco y Colima, luego de nutrirse de la riqueza cultural e histórica de las tierras interiores como Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala.