En este libro se analizan los derechos humanos de los trabajadores migrantes, a quienes, según acuerdos internacionales, se les debería proteger y respetar. Sin embargo, la violación de los derechos humanos de los trabajadores migrantes en la sociedad receptora tiene su origen en su carácter de vulnerabilidad, misma que es expresión en una "construcción social", ya que se deriva de una condición que les impone la sociedad receptora en el contexto de sus relaciones sociales con sus nacionales. Tiene que ver también con las bases que los miembros de la sociedad receptora tienen para distinguir a un nacional de un extranjero. La base más común para hacer esta distinción es la connotación legal que se deriva de su ley constitucional, en la que usualmente se define quién es un nacional y quién no lo es. Por tal razón, el problema para entender la vulnerabilidad de los migrantes como sujetos de derechos humanos, consiste en que la distinción que hace la ley entre un nacional y un extranjero, es transformado en la práctica de un criterio para justificar un trato de inferioridad del extranjero respecto de los derechos de los nacionales. Esta "transformación" se puede considerar legitima, en tanto que cada país tiene el derecho soberano para elegir quién es nacional y quién es extranjero. Sin embargo, los instrumentos internacionales han establecido la responsabilidad de los Estados para proteger los derechos humanos sin distinción de nacionalidades, origen étnico, género, edad y creencias religiosas o políticas.