"He vuelto todas las noches, a la una, a contemplar el Duomo de Milán iluminado por una clara luna; ofrece esa iglesia un aspecto de belleza encantadora y única en el mundo." "Es callejeando como me he formado una idea de la belleza lombarda, una de las más deliciosas y que ningú4 pintor ha inmortalizado. La belleza no es sino una promesa de felicidad."

Detalles

Otros libros del autor