Al otro lado de los patios, en el quinto piso del número 21 de la Rue C, hay ahora una familia. Llegaron el lunes. Son oscuros. Hindúes o árabes o gitanos. Han traído a una hija." Esta es la primera anotación del protagonista de esta novela, un personaje solitario, obsesivo, que se auto médica, vive apegado al recuerdo de su hermana muerta y habita en un barrio en el que cada vez hay más inmigrantes. Un personaje que lo escribe todo de forma minuciosa en su diario. A través de sus páginas, el lector será testigo de cómo observa a sus nuevos vecinos, de los que sospecha que trafican con drogas. Descubrirá también cómo se va obsesionando con la hija, a la que acaba espiando con cámaras ocultas que le permiten verla desnuda en el baño, mirando por el balcón, tendida en la cama, siendo agredida por uno de sus hermanos. A partir de ese momento el personaje pasará de la observación a la acción, mientras se deja enredar en la tela de araña de la chica a la que contempla, creyendo saberlo todo sobre ella, aunque acaso las cosas no sean como él piensa y acaso alguien lo esté observando a él. Y mientras la tensión -erótica y violenta- aumenta, el narrador empieza a sentirse perseguido, modela en yeso unas enigmáticas esculturas de ángeles y se prepara para hacer algo que lo cambiará todo... Antonio Ungar ha escrito una novela absorbente, inquietante y perturbadora. Una reflexión acerca de la inmigración y la xenofobia. El portentoso retrato de un personaje arrastrado por una obsesión enfermiza que, en un imparable crescendo, desemboca en terrenos propios del thriller más sombrío.

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