En las últimas décadas la vida moral de la inmensa mayoría de las personas ha sufrido una grave crisis: hablar de normas morales da pie a variadísimas opiniones que desconciertan, a pesar de que, hoy en día, esa misma mayoría está de acuerdo en que hace falta volver a los valores éticos para dar soluciones reales a los más profundos males de nuestra época. No obstante, algunos piensan que la fe cristiana poco o nada tiene que decir sobre cómo ha de ser el comportamiento humano, pues eso lo resuelve cada persona en su concienca. ¿Qué decir ante esto? Es verdad que el cristianismo no es, en su esencia, una Moral, pero la fe tiene también un contenido moral: suscita y exige un compromiso coherente con la vida; comporta y perfecciona la acogida y la observancia de los mandamientos divinos (Juan Pablo II, Veritatis Splendor, n. 89). Este pequeño libro expone con gran claridad lo más fundmental de la doctrina bíblica acerca del actuar ético del creyente y pretende mostrar qué es la Teología Moral y cuáles son las cuestiones más fundamentales –entre otras, la libertad humana, los actos libres, la conciencia, las leyes morales– que están tan estrechamente unidas a la vida de cada hombre y de cada cristiano.

Detalles