Cuando vives en una colonia donde por azares del destino una boa se reprodujo y los vecinos decidieron adoptar a sus crías, el alimento para las boas es una necesidad básica. O eso pensó Guillermo cuando decidió fundar la empresa Alimento Vivo, S. A. Pero no contaba con que la carnada viva pudiera ser tan sorprendente.

Detalles

Otros libros del autor