Un texto psicoanalítico por entero dedicado al dibujo infantil es un acontecimiento poco común. Mucho más si, como es el caso, no se limita a emitir consideraciones técnicas, si se adentra resueltamente en las cuestiones fundamentales de la constitución subjetiva: historia de la estructuración del cuerpo y sus tiempos lógicos, función del semejante, adquisición de la identidad sexual a través del complejo de Edipo y otros aspectos que se investigan analizando lo figural como una estructura específica e irreductible. Un estudio de diversos destinos psicopatológicos tal como se detectan y tal como puede ser abordados terapéuticamente a través del dibujo ocupa los últimos capítulos, reposicionando así el valor de aquél para el diagnóstico diferencial.