En sus comienzos Nueva Era pareció una de las tantas olas de moda, pero en poco tiempo alcanzó una enorme difusión. ¿Por qué esta conspiración silenciosa se extiende con tanta facilidad? Varios son los motivos: la gran variedad de contenidos, su fragmentación en miles de movimientos, la aparente inconsistencia de sus prácticas y creencias que le permite imponerse en los más variados ámbitos culturales y religiosos. Ante las atractivas propuestas de Nueva Era cabe preguntarse: ¿Conocemos su fundamento doctrinal como para saber distinguir las contradicciones que existen entre el mismo y nuestra fe? ¿No estamos reemplazando nuestros dogmas y creencias por una religiosidad basada en lo sensible y lo heterogéneo? ¿Qué sabemos exactamente sobre Nueva Era?

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