Para Ernesto de la Peña, el ensayo no responde sino a un deseo de reflejar, de sugerir rutas. Ignora si lo que escribe responde a las reglas que los más ortodoxos han establecido para el género. No es eso lo que le interesa. Le importa más bien el ensayo como invitación y el hecho de que cada aproximación a las cosas del mundo, así sean las muy sonadas o las más antiguas, es novedosa en la medida en que el yo que las aborda está en permanente renovación. Arte y mundo, en tanto que objetos reales o potenciales de la contemplación de quien se dispone a escribir sobre ellos, no exigen, para alcanzar la plenitud de su existencia, otra cosa que la buena voluntad y el deseo de comprensión de su intérprete. Y eso, precisamente eso, es lo que le sobra al humanista.
Detalles
- Editorial: CONACULTA
- Año de edición: 2007
- Materia Ensayo literario
- ISBN: 9789703513505
- Páginas: 507
- Encuadernación: PASTA DURA