De siempre me ha atraído de manera singular el tema de la muerte referido al mundo antiguo mesoamericano y en particular de su presencia entre los mexicas. No es casual que algunos de mis libros y artículos traten del asunto y, más aún, no deja de sorprenderme que el primer libro que publiqué fuera Muerte a filo de obsidiana. Los nahuas frente a la muerte, en lugar de un libro sobre hallazgos arqueológicos. Siempre lo consideré una aproximación al tema que en algún momento debería de ampliarse con ideas que fueran proporcionando diversos especialistas además de mis propias reflexiones acerca de la muerte. Esto pude hacerlo años más tarde, cuando se contaba con nuevos datos tanto por parte de la arqueología como de la etnografía y la historia. Fue así como surgió La muerte entre los mexicas, en donde podemos leer varios de los pensamientos expresados en Muerte a filo..., pero también nuevos planteamientos que a su vez abren otras tantas perspectivas dentro de la investigación. De enorme ayuda fueron para este fin las investigaciones de autores como Alfredo López Austin y su Cuerpo humano e ideología, en donde entre otros escritos aporta datos de gran importancia. Otras investigaciones interesantes fueron El origen de los aztecas, de Christian Duverger; los diferentes artículos y el libro de Patrick Johansson sobre el tema y más recientemente la tesis de Ximena Chávez Balderas Prácticas funerarias en el Templo Mayor, mismo que le valió el premio Alfonso Caso del Instituto Nacional de Antropología e Historia a la mejor tesis de licenciatura en el año 2010. El caso de Vida y muerte en el Templo Mayor obedeció a otras causas: una investigación realizada a partir de la dualidad vida-muerte presente en un caso específico como lo es el principal edificio mexica.