El Centro Histórico de la ciudad de Puebla es considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1987. La declaración tuvo su base en la ubicación eltratégica, el estilo regional de su arquitectura barroca, resultado de la fusión de estilos europeos e indígenas, así como en las caracteristícas de su urbanismo renacentista, que sirvió de modelo para el desarrollo de otras ciudades del país. Inmuebles como la Catedral y los templos de Santo Domingo, San Francisco y la Compañía de Jesús, son ejemplo de las particularidades de las edificaciones poblanas construidas en el periodo virreinal. El estilo regional se encuentra visiblemente marcado por las características de los materiales locales, empleados para plasmar diseños de influencia claramente europea. El edificio, que alguna vez fue la Casa de Ejercicios de La Concordia de Sacerdotes del Oratorio de San Felipe Neri, es una muestra clara de la combinación entre técnica novohispana y modelos extranjeros, aunque, lamentablemente, no se conserva integra la fábrica de su estructura muraria. En el devenir histórico, que vivió México durante el nacimiento y la consolidación de la República, muchos edificios de ámbito religioso fueron afectados en su unidad con la Ley de Desamortización de Bienes, donde el oratorio de los filipenses no fue la excepción.