La planificación es la herramienta principal en el campo de la política; sin embargo, no se le ha dado la importancia que se merece. El contexto en que se hacen las prácticas de gobierno facilita la improvisación y desvaloriza la planificación; se agudiza el problema si se tiene un aparato del sector público que conforma un sistema de baja responsabilidad, con alta ineficiencia para mostrar resultados efectivos y baja calidad de la gestión. Si problematizamos y reflexionamos sobre esta cuestión, se impone con genuina trascendencia la necesidad de volver sobre la centralidad que debe tener el Estado en la resolución de las problemáticas sociales complejas, generando una sólida cadena de valor público con sustentabilidad en el tiempo, en el territorio y en la dinámica social. Los planificadores son actores implicados en ello, y su tarea forma parte del interjuego entre los diferentes sectores y actores sociales (políticos, técnicos, administradores, organizaciones de la sociedad civil, etc.). Este libro es de gran utilidad para quienes, en los diferentes niveles de actuación del Estado (micro, meso y macrosocial), tengan el desafío de construir procesos que requieran planificación, pensados y construidos para garantizar derechos ciudadanos en el espacio público, superando la gran debilidad institucional organizativa que caracteriza la mayoría de las instituciones públicas. Facilitar una nueva institucionalidad, con contenidos de objetivos de reconstrucción y reparación del lazo social, las solidaridades, la integración nacional y regional, el desarrollo económico productivo con mayor equidad 'y redistribución de lo socialmente producido, requiere una articulación de lo político, lo social, lo económico, lo cultural, desde una visión integral y de la construcción de adecuados desarrollos metodológicos, técnicas e instrumentos. Por ello esta obra intenta aportar al debate y la discusión en el ámbito público, sistematizando y reflexionando, desde diversas perspectivas