Pocos libros poseen a la vez una profundidad una frescura y una poesía comparables a las del el profeta de Khalil Gibran. Al Mustafá, el elegido, el bienamado, como las aguas arremansadas y en calma, como un espejo luminoso refleja el yo divino de los habitantes de Orfalese en sus discursos. Gibran, el poeta, filósofo brinda a sus lectores la oportunidad de encontrarse a sí mismos en estas sencillas y cargadas de verdad. El hecho de que el profeta se haya convertido para muchos en libro de cabecera y lo entrañable de sus palabras que alcanzan directamente al corazón de sus lectores han permitido que se hayan editado millones de copias de este librito, magníficamente ilustrado por Rosa Cabezón.