Originario de Saskatchewan, Stephen Brown ha vivido en la Ciudad de México durante la mayor parte de la última década. Su inspiración primordial es, abiertamente y sin reparos, en la literatura beat, por lo que su obra poética hace eco de los ambientes e intereses tajantemente realistas y arraigados en lo blues de Allen Ginsberg, Jack Kerouac y Charles Bukowski. Asimismo, Brown es experimental, sobre todo en cuanto a que literaliza el concepto de la estrofa (stanza en inglés), que, por si se nos olvida, en italiano significa recámara; al seccionar sus poemas en cajas cuadradas o rectangulares, lo que da como resultado que cada poema adquiera el aspecto del diagrama esquemático de una casa, o más bien, de una típica pantalla de computadora, en la que se desarrollan múltiples actividades al mismo tiempo. Una página-poema común de Brown se parece asimismo a una plana de periódico.