De manera sarcástica Gurdjieff elige para sus historias a un Belcebú extraterrestre que cuenta sus historias a su nieto Hassein. Por encargo del absoluto supremo vuela por el espacio y hace frecuentes visitas a la tierra, donde habitan los seres tricerebrales, bajo este concepto nos explica las tres capas funcionales del hombre: 1°. Centro motor (movimiento) sexual e instintivo. 2°. Centro sensible o artístico. 3°. Centro intelectual. Y añade que el comportamiento de las personas viene determinado especialmente por el primer centro, lo que hace que el mundo se vea sumido en el desorden. Como el hombre al igual que los demás organismos es un aparato destinado a la conservación de la energía del sistema solar, tiene la obligación de proteger la ida en la tierra. En el hombre se da un profundo desequilibrio entre lo que cree y lo que es realmente. De hecho es sólo un autómata que no posee un Yo sino muchos Yos contradictorios.