RENATA Y LA FABRICA DE JUGUETES

VEGA GIL, ARMANDO
RENATA Y LA FABRICA DE JUGUETES
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No era un simple árbol lo que Renata tenía frente a su casa, lo cuidaba y reposaba bajo de él, casi como si fuera su amigo. Un día inesperado el jardinero lo fumigó y el árbol comenzó a morir. Renata lloraba desconsolada, pero se dio cuenta que no todo estaba perdido cuando entre ella, un conejo y Sofía convirtieron al hermoso árbol en divertidísimos juguetes de madera.

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