El campo de la salud mental tiene una rica historia en Latinoamérica. No sólo en la formación de instituciones que se orientaron con las pautas de la psiquiatría y con la tutela del sistema médico hospitalario, sino desde la producción intelectual original que fundó escuelas de pensamiento en diálogo crítico y alternando con paradigmas emergentes que se han ocupado de este campo desde distintas perspectivas. El panorama fue y sigue siendo complejo y diverso, y nos exige variados compromisos. Este libro intenta un aporte a esas variables a través de una actitud abierta a múltiples cuestiones que, sin agotar el tema, plantean una aproximación al estado de la cuestión. En este sentido, el libro no es ni un diagnóstico, ni mucho menos un pronóstico, pero sí un debate abierto que se nutre de múltiples experiencias de investigadores en el tema provenientes de toda Latinoamérica, tratando de cubrir un espectro de perspectivas que dé cuenta de la multiplicidad de experiencias que, sin embargo, repiten contextos de desigualdad social, desamparo, desconcierto y nuevas formas de construcción de subjetividad frente al dolor y el malestar colectivo y personal. Sin intentar sistematizar o resolver definitivamente las cuestiones planteadas, el libro apuesta a ciertos replanteamientos que considera esenciales, revigorizando una tradición de compromiso social que honra a Latinoamérica. No se ofrecen conclusiones cerradas, pero aspiramos a que sea la oportunidad para movilizar viejos y nuevos paradigmas que se han de incorporar decisivamente a la discusión académica y a la sociedad toda, desde un desafío que nos convoca y nos urge.