El proceso de colonización del territorio denominado Costa del Seno Mexicano, ubicado al noreste de la Nueva España, se inició a mediados del siglo XVIII. Al margen de la tutela española por varios siglos, se convirtió en zona de refugio de los autóctonos que ahí habitaban y de los que huían del empuje colonial. Derivado de su ocupación, se fundó en 1748 la Colonia del Nuevo Santander (la actual Tamaulipas). Una de las encomiendas fue la pacificación de esos aborígenes, confiada al coronel José de Escandón. Las confrontaciones con los pobladores primigenios fueron escasas, experimentando la provincia cierta quietud en los primeros años. La situación no duró mucho tiempo. Resultado de los duros lineamientos aplicados por el castrense para apaciguar la comarca, entre las tropas y algunos líderes indígenas se registraron varios choques después de 1760, además del alzamiento de grupos autóctonos congregados en misión.