Colombia expresa de manera clara en el preámbulo de la Constitución del 91 que uno de los fines esenciales del Estado, es proteger la vida, los bienes y la honra de sus ciudadanos, pero en la práctica, y a pesar de que todos hemos dotado a éste de los poderes máximos para que puedan ejercer en forma directa el monopolio de la fuerza y así puedan garantizar la protección para todos, su historia plagada de hechos de atropello y felonía en favor de las oligarquías ha debilitado la credibilidad de las mayorías y le hace ver como una institución débil que condena a la comunidad. Es importante recalcar que el nuevo Estado nos ha dotado de mecanismos alternativos que prometen resolver los conflictos a través del diálogo, es por esto que este libro aborda el conflicto desde la propiedad horizontal entregando a la comunidad copropietaria y a sus órganos de dirección, ejecución y control, algunas valiosas herramientas para mejorar la calidad de vida de todos sus individuos reconociendo sus derechos, defendiendo sus intereses y por supuesto, haciendo cumplir las obligaciones que cada copropietario y/o residente, detenta.