Patrick Deville explora la historia de su familia y a través de ella explica Francia y el mundo. A principios de los años sesenta del pasado siglo, en el estuario del Loira, en un antiguo lazareto reconvertido en psiquiátrico, un niño observa a un loco que, sentado en unos escalones y acompañándose de un lento balanceo del cuerpo, salmodia: "Taba-Taba-Taba..." Ese niño es Patrick Deville y su padre es el director del manicomio. A partir de ese recuerdo infantil, el escritor emprende un viaje por la historia familiar y la de Francia que nos lleva a la bisabuela que llegó a mediados del siglo XIX procedente de El Cairo, el abuelo que vivió la Gran Guerra, la tía solitaria, la Francia de Napoleón III, la expansión del imperio colonial, la construcción de los canales de Suez y Panamá, las convulsiones sociales de los años treinta, el periodo del Frente Popular, la ocupación nazi, el régimen de Vichy, la liberación.

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