La tentativa consiste en los actos ejecutivos (todos o algunos), encaminados a la realización de un delito, si este no se consuma por causas ajenas al querer del sujeto. Existen dos clases de tentativa: Tentativa acabada o delito frustrado, cuando el agente emplea todos los medios adecuados para cometer el delito y ejecuta los actos encaminados directamente a ese fin, pero-el resultado no se produce por causas ajenas a su voluntad. Tentativa inacabada o delito intentado, por causas ajenas a la voluntad del sujeto, omite alguno o algunos de los actos y, por lo tanto, hay una ejecución incompleta. Pero si este tema parece complicado, adquiere mayor complejidad cuando se asocia al delito imposible, ya que no realiza la infracción de la norma por imposibilidad material, por inidoneidad de los medios empleados o inexistencia del objeto del delito (administrar un abortivo a una mujer no embarazada, o intentar matar a un muerto). Precisamente en esta obra trataremos de discernir aquellos casos constitutivos de delito a pesar de tratarse de un delito imposible y, más aún, cuando sus actos se quedan en grado de tentativa.