En Aún en las peores situaciones puedes estar en paz porque con Dios todo va a estar bien asistimos a un proceso migratorio, de re-conocer las fortalezas, las debilidades y hallarse en la espiritualidad para confrontar los cambios. Una joven sin experiencia abandonó su lugar de confort para ir a estudiar en un país extranjero y cumplir sus sueños. A pesar de su valentía ha llegado a tocar fondo por los golpes inesperados de la vida, por aquellos obstáculos que jamás llegó a imaginar. Samira Jean, protagonista de esta historia, enfrentó diferentes adversidades y cayó muchas veces en las trampas del enemigo hasta descubrir cuáles eran los propósitos de Dios para su vida. Samira ha encontrado un refugio en Dios y comprendió, gracias a su fe, que cuando Dios es quien da un sueño es imposible que los tropiezos de otras personas impidan llegar hasta él, porque cuando Dios tiene un propósito para la vida hasta los problemas y los malos hechos de aquellos que odian se convierten en oportunidades. En Todo va a estar bien la autora ejemplifica cómo acercarse a Dios puede traernos una vida plena, saludable y construida en torno al propósito que él nos ha dado.