La práctica escolar representa para los trabajadores sociales una fuente inagotable en la adquisición de conocimientos, es un espacio donde el alumno perfecciona sus habilidades y responsabilidades. Es un espacio geográfico de interacción donde los sujetos sociales, no solamente dialogan sobre sus problemas, sino donde se plantean estrategias de intervención, en estrecha coordinación con instituciones, al ser éstas una parte fundamental en el desarrollo social, al brindar recursos y servicios, en la solución de los problemas. Así también, constituye un nicho de oportunidad en la formación de los alumnos, en nuevos conocimientos y formas de intervención social, como son los movimientos sociales, la ciudadanía, el tercer sector, el desarrollo municipal y regional, etc. Es un espacio de aprendizaje en el que se involucran otros saberes y aprenden nuevos conocimientos, desde la interdisciplina, multidisciplina y transdisciplina; la primera entendida como los conocimientos que se generan desde la propia disciplina y que son útiles para su crecimiento; la multidisciplina entendida, como la suma de conocimientos de diversas disciplinas, en respuesta a un problema de investigación o de intervención social, cada disciplina aporta con conocimientos y metodología. En el caso de la transdisciplina, son los conocimientos que se generan desde una disciplina y que son útiles para las otras disciplinas, ya sea para abordar y profundizar en el conocimiento, o para intervenir en el problema mismo. La obra es el resultado del proyecto de investigación del Cuerpo Académico de Estudios en Trabajo Social del Área Académica de Trabajo Social del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.