El progreso científico, los avances tecnológicos, los modernos medios de comunicación, la globalización de la economía, el intercambio ágil de la información, han logrado la transformación de nuestro planeta haciéndolo un lugar más interconectado, mejor informado, donde los sucesos de cualquier parte del orbe son transmitidos y conocidos de inmediato. Lo anterior, desde luego, repercute en la materia del Comercio Internacional y de Aduanas, generando su expansión constante, realizándose nuevas formas de intercambio, agilizando los medios de comunicación y de transporte, logrando una pronta y eficiente transferencia de bienes y servicios que son los objetivos básicos del comercio internacional, empero no siempre ha sido así, sabemos que vieja de milenios es la actividad comercial dentro del género humano; solo por detrás de la caza, la pesca, la recolección de frutos, la agricultura y domesticación de animales. Una de las primeras tareas realizadas por el homo sapiens fue el intercambio de productos, cambiando bienes por bienes (trueque, cambio, permuta) mercancías por monedas (compraventa), efectuando transacciones comerciales (a través de ciertos instrumentos de pago).