¿No es curioso que, en un mundo donde cada vez hay más personas de la tercera edad, existan pocas obras orientadas a mejorar su existencia? La autorrealización no es una potestad que caduca a los 40 años, sino un derecho que dura toda la vida. Cualquier adulto en plenitud que nunca se ha acercado a un libro de autoayuda, cuidadores, ayudantes y familiares de personas mayores, todos están invitados a leer estas páginas. Esta obra es un homenaje a los abuelos y abuelas que se han atrevido a emprender un proceso de transformación personal a una edad avanzada. También es una invitación para quienes desean tenerlo. Y constituye un reto para quienes creen, erróneamente, que no se puede emprender un proceso terapéutico valioso y efectivo después de cierta edad.