Las políticas de vacunación sistemática se imponen cada vez más en el mundo occidental con el fin de «proteger» a nuestros hijos de una lista cada vez más larga de enfermedades. Pero la vacunación está lejos de ser un acto banal, y a veces, puede incluso tener consecuencias dramáticas. Por esta razón, legítimamente podemos y debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Necesitamos en verdad todas estas vacunas y realmente no suponen ningún peligro? ¿Se conocen sus efectos a largo plazo? ¿No tienen también su utilidad las enfermedades infantiles como el sarampión y las paperas? ¿No existen otros medios de prevención más respetuosos para el equilibrio de nuestra salud? Este libro responde a estas y otras preguntas; además, pretende ser un alegato en favor de la «libertad de vacunar» (o no) de toda persona responsable e informada.