La presente obra de Raúl Ballbé, a la que el autor caracteriza como ensayos de psiquiatría fenomenológica, bien podría ser considerada también como una meditación filosófica que se entrega a ejemplos de la psicopatología como medios para desentrañar mejor las diversas capas de sentido en los fenómenos. Justifica este giro en la presentación la marcha segura con que Ballbé se desplaza por los temas en su lado filosófico mediante la clara presentación de los problemas y la sagaz dilucidación de sus nexos. En la compleja urdimbre de cuestiones relativas a nuestra existencia, y a sus manifestaciones enfermas, se ha propuesto seguir el hilo conductor de tres problemas filosóficos a los que engarza en una íntima conexión. Esta visión de la vida, el tiempo y la libertad no nos ofrece solamente un entramado de cuestiones filosóficas y psicopatológicas. A la fusión íntima y acorde de ambas perspectivas, a la unidad profunda entre lo teórico y lo práctico, se une un tercer aspecto que debe ser consignado. Porque no abandona al análisis un agudo sentido de ilustración de las cuestiones mediante referencias a la literatura y la pintura. Las citas intercaladas arraigan en una rica sensibilidad dispuesta a apelar al repertorio de experiencias anímicas que Goethe, Rilke y Kafka, entre otros, han contribuido a esclarecer. La solidaridad de los tres enfoques permite que las situaciones existenciales analizadas se ofrezcan luminosas a nuestra captación, y evoca la afirmación husserliana de que la razón no admite ninguna diferenciación en teórica, práctica y estética. Es mérito de Raúl Ballbé representar ejemplarmente en nuestra vida cultural -y con modestia ejemplar- esta vocación de universalidad que se une al ejercicio enérgico de aquello que Jaspers denominó la inevitabilidad de una actitud filosófica fundamental para el conjunto de una ciencia.