La virtud de la hipocresía de Luis Quintana Tejera es un conjunto de ingeniosos relatos que continúan un proyecto narrativo conformado por otros tres libros de cuentos y una novela. Este proyecto es reconocido por sus búsquedas literarias, por el cariz reflexivo y por una crítica aguda adornada de ironías, construida por provocaciones e instalada en la actualidad con temas y personajes que corresponden al presente de la anécdota. Desde este ángulo encuentra la universalidad -igual que Dame en su conocido viaje- desarropando al hombre, confrontando sus defectos, revelando purulencias ocultas por un discurso eficaz, maquilladas por una apariencia apacible y cordial, o disfrazadas por un hábito religioso. La virtud de la hipocresía tampoco encubre al maestro que vive, con un gusto casi obsesivo, en Luis Quintana Tejera. Este mentor de años, analiza el mundo con la sólida Formación del académico doctoral, con la experiencia del hombre simple que -como decía Neruda- ha vivido y, sobre todo, con la libertad del escritor investido de oficio y creatividad. La lectura de sus cuentos revela la existencia de un mundo decadente en donde los personajes, imbuidos de una constante simulación, intentan vivir de espaldas a la realidad que han tergiversado y mancillado con sus acciones.