Hace sesenta años, en 1959, el título Visión de los vencidos representó un auténtico cambio de paradigma en la manera como contábamos nuestra historia. Habitualmente se consideraba que los vencedores recogían los testimonios y transmitían los hechos; por eso, la decisión de darles la palabra a los herederos de quienes habían luchado con heroísmo y habían caído en combate significo un vuelco y una innovación de extraordinaria relevancia. A sus 33 años de edad, Miguel León-Portilla concibió y editó un volumen que se ha vuelto un clásico de la historiografía mexicana y un modelo de traducción, de rescate y de respeto a los pueblos originarios de América. Visión de los vencidos es hoy mucho más que un título y un libro: es el emblema de una nueva perspectiva y de una empatía que durante todos estos años ha tenido muy diversos vástagos en análisis humanísticos y de ciencias sociales. La presente edición conmemora los primeros seis decenios del libro universitario más conocido dentro y fuera de nuestras fronteras, ejemplo de acierto como un fruto de investigación accesible para colegas, docentes, estudiantes y público en general.