Vladimir Malakhov, este aclamado ganador de numerosos premios y "bailarín del siglo", deleita a su público con la rara combinación de brillantez técnica y elocuencia lírica. Su cuerpo flexible y andrógino combina "poder y pureza, destello y elegancia, melodrama y precisión académica deslumbrante" (New York Times). Cuando salta, la gravedad parece estar suspendida. Sin embargo, sigue impulsado a lograr una gran pureza en su danza. Dieter Blum ha logrado plasmar el movimiento de este extraordinario artista en fotografías que reflejan su pureza y, al mismo tiempo, proporcionan una visión profunda de la personalidad del conjunto.