Ya queda poca luz del día

JONG GIL, KIM
Ya queda poca luz del día
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La poesía de Kim Jong-gil fluye al compás de la naturaleza, el clima; las estaciones. El paso del tiempo es una presencia constante que se asume sin tristeza ni resignación: lejos de ser elemento de desgaste y destrucción; el tiempo pule y suaviza los bordes de las montañas y las rocas; así como del espíritu humano, revelando y acentuando su verdadera naturaleza. El autor se ufana de su propia edad, contemplando el mundo con la mirada límpida que dan los arios, desprendido de todo, excepto de su enorme capacidad de gozo, de asombro, y del cariñoso esmero con que plasma la belleza del instante.

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