Ignacio Manuel Altamirano. Prosista y poeta mexicano, nacido en Tixtla (Guerrero), 13 de noviembre de 1834. Murió en San Remo el 13 de febrero de 1893. Sus cenizas fueron trasladadas a México. Es maestro de dos generaciones y la figura más sobresaliente entre los hombres de letras de su tiempo. Además fue periodista y creador de la verdadera novela artística y literaria mexicana. Altamirano aunó lo clásico y lo romántico, aunque de clásico apenas conserva la forma, en su poesía y algunos otros caracteres. Como novelista, Altamirano es creador de la novela literaria mexicana, con un plan artísticamente concebido y desarrollado. La narración es ágil y llena de amenidad. El fondo de los temas, esencialmente romántico. Su mejor novela es Clemencia, según algunos críticos, pero hay otros que opinan que la supera El Zarco, novela del ambiente mexicano de 1861-1863. El protagonista es un bandolero que seduce a Manuela, la mujer más bonita del pueblo, quien no sabe resistir la atracción del galán y huye con él, a pesar de la repugnancia que le causan sus hazañas y aventuras. Al Zarco lo asesinan colgándolo de un árbol y Manuela, loca de arrepentimiento y de tanto sufrir muere, ante la conmoción de ver el cadáver. Altamirano era indígena, hijo de campesinos indígenas que no pudieron darle instrucción alguna, en sus primeros años. Cuando tenía catorce años de edad, Altamirano no sólo no sabía leer ni escribir, sino que no conocía el español. Pero cuando su padre fue nombrado alcalde de su pueblo, el maestro se esmeró en la enseñanza del hijo de su jefe político. Y así, Altamirano sobresalió rápidamente entre sus compañeros de escuela y ganó una beca para estudiar en el Instituto Literario de Toluca. Luego asistió al Colegio de Letrán de la ciudad de México. A lo largo de su vida aprendió latín, francés, filosofía, derecho, historia y literatura, llegando a ser uno de los hombres más importantes su época.