Aventuras en una botella que flota sobre el mar
Blog

Aventuras en una botella que flota sobre el mar

Por América Gutiérrez

Estas son épocas complicadas, pero no somos la primera generación que vive el inminente fin del mundo. Nuestros abuelos y los abuelos de nuestros abuelos también lo vivieron, pero siempre hubo alguien que buscó consuelo y refugio en los libros. El aislamiento social ha sido difícil de sobrellevar, estamos lejos de nuestras familias y amigos, no podemos hacer actividades en exteriores e incluso las fiestas de fin de año serán diferentes.

Cada vez que hay un peligro que ronda a la humanidad entera, los miedos y las peores pesadillas aparecen no solo en sueños. Es por eso que recuerdo las primeras novelas de aventuras que tuve entre mis manos, aquellas que me hicieron navegar por costas lejanas y naufragar en una isla tan desierta como mi adolescencia. No hubo mar enfurecido que detuviera la nave de mis fantasías cuando me aislaba por decisión propia. Años después, me encuentro de nuevo en casa de mi madre y, aunque ha pasado mucho tiempo desde mi adolescencia, ahora, leo en voz alta una novela de aventuras llamada El diamante de Moonfleet.

Este curioso título es una publicación de Zenda Aventuras, un singular sello editorial que se ha dado a la tarea de recuperar aquellas novelas del género que por diversas razones han caído en el olvido o se conocen poco. Estas joyas de acción literaria, son rescates del mismísimo Arturo Pérez-Reverte. Seguro les suena un tal Capitán Alatriste, que, cómo él, también se la pasa con espada en mano enfrentando desafíos entre letras y palabras.

El diamante de Moonfleet es una obra muy especial por diversas razones: su autor es un personaje peculiar y poco conocido, fue bibliotecario y extrañamente consiguió éxito en negocios –algo inaudito para un hombre de letras–. John Meade Falkner dejó en cada uno de sus libros un estilo narrativo cuya esencia eran las acciones de los personajes. Sus motivaciones, aunque sencillas, los enfrentaban a situaciones límite o de peligro inminente. Además mezclaba con destreza elementos sobrenaturales con el crimen, combinaciones que conseguían el efecto de no querer soltar el libro hasta descubrir la incógnita.

La pericia literaria de Meade Falkner vio la luz algunos años antes de que el maestro de las historias de aventuras Robert Louis Stevenson comenzara a publicar las obras que lo consagrarían. El interés de este escritor inglés por la historia, el misterio, lo antiguo y los viajes lo llevaron a escribir asombrosos relatos con inusitados elementos góticos.

Este libro es una aventura de contrabando ambientada en el sur de Inglaterra durante el siglo dieciocho, donde hay un misterio que por azares del destino debe ser resuelto por un quinceañero huérfano llamado John Trenchard. Lo que comienza con voces y sonidos extraños entre los ataúdes del sótano de la iglesia del pueblo de Moonfleet se va transformando en la leyenda del fantasma del pirata "Barbanegra", cuya alma en pena ronda por el pueblo en busca de un diamante perdido… Y no cuento más pues les echaría a perder la lectura.

Antes de terminar, quisiera establecer un punto de encuentro, pues este tipo de lecturas siempre necesitan un mapa que nos guíe al tesoro. Aunque Moonfleet parecería un lejano pueblo de las costas inglesas, nuestro mar y nuestro diamante además de encontrarse en nuestra imaginación, están más cerca de lo que parecen.

Esta vez, además de una carta a Santa o a los Reyes Magos, es momento de mandar un mensaje dentro de una botella y lanzarlo sobre las olas. Quizás muchos no tengamos el mar cerca, pero cada recomendación literaria en este océano de información llamado internet permite que más de una persona sea alcanzada por lo que escribimos.

Lean, pongan todo por escrito y lancen en un frasquito virtual la experiencia literaria que guiará a más lectores a descubrir el diamante de “Barbanegra” o algún otro tesoro escondido en las páginas de estas sorprendentes ficciones rescatadas por Zenda Aventuras.

 

Compartir:
Ver todas