El ingeniero escribe, así…
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El ingeniero escribe, así…

Cada primero de julio se celebra el día del ingeniero...

y aunque parezca increíble muchos espíritus sensibles tuvieron un origen en ciencias para después pasar a las letras sin prejuicios. Acá les dejamos tres extraños pero afortunados casos para la literatura:

 

Ing. Químico Primo Levi

Aunque conocemos su marcada e intensa sensibilidad al escribir, esto fue posterior a lo que representó su primera vocación: el estudio de los fenómenos químicos. Estudiar esa especialidad, desafió la persecución que ya se dejaba caer sobre los judíos de la época. Levi cursó ingeniería Química a principios de los años 40, fue confinado en Auschwitz hasta 1945, donde sobrevivió gracias a sus conocimientos de química y su formación humanística. Soportar el horror de los campos de concentración, marcó su obra narrativa y ensayística. El regreso a casa y a su trabajo de químico lo colocó en una normalidad imposible sostener, situación que supuso que se dedicara por completo a la literatura.

 

Ing. Civil Vicente Leñero

Leñero es de las figuras más representativas de las letras mexicanas de la segunda mitad del siglo XX. Fue periodista, narrador, dramaturgo, guionista e ingeniero civil, sí, terminó la carrera más por obligación y presión familiar que por verdadera vocación. Esa carrera le permitió realizar unas ilustrativas prácticas de ingeniería en Finlandia, este viaje hizo que su posición crítica frente a los problemas de la sociedad mexicana se tornara analítica, objetiva y volcada hacia la exploración del realismo. Buscó captar puntos centrales y sugerentes de la realidad para mostrarlos a la sociedad. Leñero encontró el equilibrio entre los números y las letras.

 

Ing. Militar Fiódor Dostoievski

Esta es cereza del cambio de profesiones, Dostoievski estudió en la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo en incluso logró alcanzar el grado de subteniente. Fue precisamente en la biblioteca de esa escuela donde empezó a leer a Shakespeare. Después de ser un temprano y ávido lector comenzó a escribir, a dar rienda suelta a una pluma intensa, capaz de escribir miles de líneas a partir de un comentario o de una mera observación en la calle. Tuvo una infancia llena de carencia y muerte, por esos sus obras van directamente a la experiencia cotidiana, nos aproximan al ser humano, pero ese acercamiento tiene riesgos, pues esta alianza entre creación literaria y filosofía convirtió a Dostoievski es un escritor existencialista, cada uno de sus escritos nos provoca asomarnos a los abismos de la condición humana.

 

Redacción

Librerías El Sótano

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