La sexualidad es una faceta delicada. Por tanto, no es extraño que la mujer, durante el embarazo y los primeros meses del postparto, no desee practicar el coito. Las razones son diversas: siente molestias, tiene miedo, percibe poca lubricación vaginal o se encuentra fatigada. Sin embargo, busca otro tipo de relaciones sexuales, por ejemplo, la proximidad y el contacto con su pareja. La sexualidad en la edad adulta la podemos dividir en dos periodos, de acuerdo a las dos décadas que abarca: la que va de los 20 a los 30 años, y la que va de los 30, y llega a los 40. En la primera, la persona sufre una gran cantidad de cambios, sobretodo en el plano psicológico. Es un tiempo en el que se toman decisiones que van a marcar el resto de la vida. Cumplidos los 60 años, la sexualidad sigue desempeñando un papel importante en la vida, pese a la falta de oportunidades para ejercerla y la marginación que sufre la población mayor en la sociedad.